miércoles, 13 de julio de 2011

Notas sobre el conflicto palestino-israelí (II)

No descubro ningún secreto si digo que el conflicto entre israelíes y palestinos es asimétrico, con una abrumadora diferencia de medios entre ambos bandos. Pese a ello, tendemos a equiparar los actos de violencia de unos y otros considerándolos equivalentes, y no es así. No voy a entrar en la diferente motivación, porque ninguna motivación justifica un asesinato, sino en la capacidad de unos y otros para evitar la violencia.

Las palabras no son neutras. Hablar de territorios palestinos nos hace creer que están bajo su control, y hablar de territorios ocupados nos lleva a la creencia implícita de que hay territorios libres. Y ambos puntos son más que cuestionables.

Cisjordania constituye la mayor parte del territorio nominalmente palestino. Con independencia de la división administrativa de la Autoridad Nacional Palestina, hay otra división mucho más importante, en zonas denominadas A, B y C. Solo en las zonas A la ANP tiene la autoridad civil y el control de seguridad. En las zonas B tiene la autoridad civil, pero el control de seguridad está a cargo de Israel, y en las zonas C tanto la autoridad civil como el control de seguridad son ejercidos por Israel.

Ahora bien, las zonas A constituyen solamente el 17% del territorio de Cisjordania, las zonas B el 24% y las zonas C el restante 59%. De modo que solo la sexta parte de Cisjordania está realmente bajo control de la ANP, en el resto la seguridad corresponde a Israel, y en tres quintas partes del territorio el control de Israel es completo. Peor aún, estas zonas están fragmentadas en 227 áreas separadas y aisladas entre sí, la mayoría de las cuales no llega a dos kilómetros cuadrados.

Las cifras tal vez no nos den una idea cabal de lo que esto significa en términos de control del territorio. En el mapa, más intuitivo, lo podemos apreciar con más claridad. Las zonas A, las únicas en las que la ANP tiene el control de seguridad, son las manchas pardas, las amarillas son las zonas B, sometidas a la autoridad civil palestina pero con control de seguridad israelí. Todo lo demás, la mayor parte, está bajo control absoluto de Israel.

Si a esto le añadimos que los medios materiales de la ANP son irrisorios en comparación con los israelíes, llegamos al punto con el que comenzaba esta entrada. ¿Qué capacidad real tienen las autoridades palestinas para reprimir a los violentos, como le exige Israel?

Insisto, no hay justificación para un asesinato, pero la diferencia es evidente. La ANP dificilimente puede evitar los actos violentos de los palestinos, mientras que los actos de violencia de los israelíes son actos de Estado. En estas condiciones exigir, desde Estados Unidos o desde Europa, lo mismo a ambas partes como si fueran iguales es pura hipocresía.


1 comentario:

  1. Lo más triste es la repercusión mediatica. Quien no esté muy puesto en la realidad de este conflicto facilmente podría pensar en israel como civilización y paz y palestina como "esos terroristas"

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