A lo largo de los años he ido leyendo un cierto número de libros. No demasiados, pero sí algunos que me parecen muy buenos y muy recomendables. Y naturalmente cuando empiezas a escribir un blog surge inmediatamente el impulso de escribir sobre algunos de ellos. Eso es lo que voy a hacer hoy, sin apartarme demasiado de los temas en los que me he venido centrando hasta ahora.
El título del libro, publicado en 2006, es el que me sirve también para esta entrada: Vecinos alejados, y lleva por subtítulo Los secretos de la crisis entre España y Marruecos. El autor es el periodista Ignacio Cembrero, que fue corresponsal de El País en Oriente Próximo en la década de los ochenta, encargado del seguimiento de la política exterior española en los noventa, y encargado de la cobertura del Magreb en la pasada década, siempre para el mismo diario.
La temática del libro y las razones de su autor para escribirlo, las explica él mismo en el prólogo, del que extracto dos párrafos:
Para un periodista, escribir un libro es con frecuencia un recurso para atenuar una frustración. En su quehacer diario se deja muchas cosas en el tintero por falta de espacio en el periódico del día, o porque los jefes no las consideran de candente actualidad. Escribir un libro es poder explayarse.
Aunque solo nos separen 14 kilómetros de mar, los dos vecinos del Estrecho permanecen apartados el uno del otro por su mutuo desconocimiento, por una multitud de prejuicios y por una diferencia de desarrollo y riqueza que se ahonda cada año un poco más.
A pesar del subtítulo, no trata solamente de la crisis del Islote de Perejil, sino de las complejas relaciones entre ambas naciones desde la coronación de Mohamed VI en 1999 hasta la publicación del libro. A lo largo de sus catorce capítulos Cembrero habla con gran honestidad de temas como Perejil, el Sahara, Ceuta y Melilla, el terrorismo y la inmigración ilegal.
El capítulo que dedica a este último tema fue una de mis principales fuentes en las dos entradas que he escrito sobre la inmigración. Dejo aquí una pequeña muestra de por qué me impresionó profundamente:
La mayoría relativa de los subsaharianos detenidos en Marruecos fueron en 2005 malienses. Junto con Mauritania, Malí fue en 2004 el país más asolado por la plaga de langosta. La ayuda europea y norteamericana para combatirla llegó tarde y fue cicatera. [...] Marruecos paga en buena medida la factura que Europa no abonó cuando aún estaba a tiempo de ayudar a detener la invasión de langostas.
Pero más allá de cuestiones puntuales como ésta, lo que realmente ofrece el libro es una panorámica devastadora del abismo de desconocimiento mutuo entre españoles y marroquíes; no solo entre los ciudadanos corrientes, sino incluso entre los mismos dirigentes. Por eso me parece un libro especialmente recomendable para toda persona de bien a ambos lados del Estrecho.
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