domingo, 14 de agosto de 2011

La Jornada Mundial de la Juventud (católica)

La verdad es que a mí no me molesta especialmente la visita del Papa. Me sorprende, eso sí, que en un Estado aconfesional se declare acontecimiento de excepcional interés público, y que las empresas que contribuyen a financiarlo obtengan beneficios fiscales por ello. O que se cedan gratuitamente espacios públicos que no se cederían para otros fines. Lo cierto es que ninguna de estas cosas me parece correcta en un Estado que proclama en su Constitución que ninguna confesión tendrá carácter estatal.

Me sorprende también que los mismos que afirmaban que los indignados coartaban la libre circulación por acampar en la Puerta del Sol no tengan inconveniente alguno en que algunas de las principales calles de Madrid se cierren durante días. Pareciera que se puede cortar el tráfico para acontecimientos religiosos, para celebrar la victoria de un equipo de fútbol, para cabalgatas, desfiles o para cualquier otra cosa excepto para expresar el deseo de una democracia mejor. No parece propio de un Estado que proclama en su Constitución la libertad de expresión y de manifestación.

No me gustan estas cosas, pero puedo entender que hay en España millones de católicos que desean recibir a su líder espiritual, y me parece bien. Debería hacerse de otro modo, pero no me siento especialmente molesto. No es, en todo caso, lo que más me indigna en estos momentos.

La verdad es que el tema me importa poco, seguramente porque no soy católico. Si lo fuera sí que estaría molesto.

Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en pie en las sinagogas y en los ángulos de las plazas, para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa.(Mt 6,5)

No todo el que dice: ¡Señor, Señor! entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ¡Señor, Señor! ¿no profetizamos en tu nombre y en nombre tuyo arrojamos los demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Yo entonces les diré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de iniquidad. (Mt 7, 21-23)

Entonces Jesús habló a las muchedumbres y a sus discípulos diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y guardad lo que os digan, pero no los imitéis en las obras, porque ellos dicen y no hacen. (Mt 23, 1-3)

Pero vosotros no os hagáis llamar rabbí, porque uno solo es vuestro Maestro, y todos sois hermanos. Ni llaméis padre a nadie sobre la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el que está en los cielos (Mt 23, 8-9)

El que se ensalzare será humillado, y el que se humillare será ensalzado (Mt 23, 12)

Al salir El del templo, díjole uno de los discípulos: Maestro, mira qué piedras y qué construcciones. Y Jesús les dijo: ¿Veis estas grandes construcciones? No quedará aquí piedra sobre piedra que no sea demolida (Mc 13, 1-2)

La vistita del Papa, como digo, no me molesta especialmente. Lo que me molesta es lo que han hecho con el mensaje de Jesús.

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