domingo, 9 de octubre de 2011

Diez mentiras

El diario que leo habitualmente publica los domingos un suplemento llamado Mercados, de temática económica. En el de hoy se incluye un artículo titulado Decálogo de falacias sobre la crisis, que firman los profesores Juan Manuel Quinzá y Fernando Agulló. De la mayoría de los puntos de este decálogo he hablado ya en las diferentes entradas de este blog. Ayer mismo, de una afirmación que se hace en la breve introducción: que los gobernantes conservadores, por razones puramente ideológicas, desean una reducción del papel de los Estados en la economía.

Las falacias del decálogo, que recojo sin la argumentación, son estas:
  1. La crisis no se podía prever.
  2. Hay que refundar el capitalismo.
  3. Hay que salvar a los bancos para que fluya el crédito.
  4. Hay que reducir el gasto público.
  5. Hay que reformar el mercado laboral.
  6. Hay que reformar el sistema de pensiones.
  7. Hay que privatizar las cajas de ahorros.
  8. Se están aplicando las únicas medidas posibles.
  9. El ataque de los mercados se evita corrigiendo el equilibrio presupuestario.
  10. Hay que dejar actuar libremente a la mano invisible del mercado.
Aclaro únicamente que el segundo punto no se incluye como falacia porque no sea necesario reformar el sistema capitalista, sino porque ni se ha hecho ni se tiene intención de hacer nada en ese sentido. Más bien al contrario.

2 comentarios:

  1. Angel, en general muy de acuerdo con lo que dices, pero y ahora te cito...

    "Los gobernantes conservadores, por razones puramente ideológicas, desean una reducción del papel de los Estados en la economía."

    A esos gobernantes nunca les llamare conservadores, ya que no lo son. De hecho va contra natura que un conservador quiera destruir algo bueno que ya existe.

    Me parece que esos gobernantes, todos, son simplemente neoliberales; haciéndose pasar por conservadores, socialdemocratas, deomocratacristianos, etc. Con lo cual logran, a la vez, dos cosas:

    . Disimular lo que de verdad son: unos extremistas.

    . Que las ideologías, tanto de derechas como de izquierdas, vean su voz suplantada por la de ellos y de esa forma lograr vendernos un "discurso único" que haga pasar desapercibidas las voces que lo desmantelan. Silenciando de esta forma todas las criticas que desde la derecha o la izquierda se le pueden, y deben, hacer

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  2. No te falta razón, pero la expresión no es mía. Casi toda la entrada está tomada del artículo, que por cierto se publicó en "La Voz de Galicia" de ayer.

    Dice, textualmente: "...por razones puramente ideológicas de los gobernantes conservadores europeos, que desean una disminución del papel de los Estados en la economía, [los estímulos keynesianos] se han abandonado de forma precipitada y se han sustituido por medidas de austeridad que alivien el déficit"

    Tienes razón en que conservador no significa neoliberal. Es más, en cierto modo, a mí se me puede tildar de conservador, puesto que aspiro a conservar el Estado social.

    Lo importante, y coincido contigo, es romper el discurso único. Por eso creo que son valiosos artículos como éste, de economistas que tienen otros puntos de vista y son capaces de expresarlos de forma asequible a todo el mundo.

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